Ana Lozano, embajadora de lujo para Kinesia

Ana Lozano del Campo es una atleta bien conocida en su Guadalajara natal. Fue la fondista revelación de 2017. Licenciada en Biología Evolutiva brilló en 3.000 y 5.000 metros, ganó la Copa de Europa y fue mundialista. Ahora se une a la familia de Kinesia y se convierte en un gran ejemplo para todos nosotros y nuestros socios. Vamos a conocerla un poco más.

¿Por qué elegiste este deporte?

Antes de empezar a correr ya había probado otros deportes, pero ninguno me entusiasmó como para seguir más de un par de años hasta que conocí el atletismo.

Empecé por casualidad, porque me lo propuso mi madre pensando que allí encontraría buen ambiente y personas de mi edad con las que pasarlo bien haciendo deporte. Yo ya tenía doce años y en la pista de la Fuente de la Niña encontré personas que llevaban más tiempo que yo, pero mi madre acertó y allí encontré amigos y un deporte que poco a poco fui aprendiendo a apreciar.

No se me daba mal, pero tampoco destaqué desde el principio. Lo que me hizo seguir temporada tras temporada en los primeros años fue el ambiente del grupo, lo divertidos que eran los entrenamientos y una sensación de que poco a poco podía mejorar. Creo que en el atletismo encontré la forma de canalizar mis ganas de ser siempre un poco mejor que ayer y la satisfacción de obtener los resultados del trabajo individual y constante.

Cuéntanos un poco cómo ha sido tu carrera deportiva

De los dieciséis años que llevo practicando atletismo, los once primeros fueron una progresión sutil pero constante. En categorías inferiores no hubo año en que no mejorase mis puestos y mis marcas (salvo un par de años en blanco) y logré medallas regionales y mínimas para los campeonatos de España, en los que, como mucho, pasé a algunas finales en pista y subí a un par de podios en cross por equipos. Disfruté muchísimo de cada temporada, valorando mi progresión y aprendiendo sin parar y, pese a no alcanzar un alto nivel, algo me hacía seguir año tras año compaginándolo con mis estudios, siempre lo prioritario.

Curiosamente, empecé a destacar cuando me fui de España para estudiar un máster al acabar el grado en Biología. Fue un giro radical en mi vida, porque además cambié de club y de entrenador (Javier Cañadillas). Cambié mi vida pero seguí entrenando con más firmeza que nunca pese a las dificultades añadidas de vivir fuera y estudiar mucho. En esos dos años mejoré, viví experiencias inolvidables y regresé a España con la intención de lanzar un órdago al atletismo: me dedicaría solo a correr para ver de qué era capaz y saber de una vez si valía para ello.

El resultado fueron cinco internacionalidades con la selección española, campeona de España de 5000m, subcampeona de España y sexta de Europa en 3000m en pista cubierta, subcampeona de España de cross, muchos otros momentos increíbles y la firma con Adidas para formar parte de su equipo.

Logré poder dedicarme al atletismo desde entonces y seguir creciendo como atleta y aprendiendo de los buenos y los malos momentos de este deporte. No cambiaría nada de lo que he hecho y a día de hoy sigo trabajando para hacer más sueños realidad.

¿Qué aspiraciones deportivas tienes a medio plazo?

2020 es un año especial por tener los Juegos Olímpicos de Tokio en el horizonte. Trabajo cada día por estar allí, pero por el camino hay campeonatos de España y otras internacionalidades que me harán mejorar y aprender y a los que miro en mi día a día, pues es mejor tener objetivos a corto plazo para los que trabajar con motivación.

Dos semanas después de Tokio es el campeonato de Europa en París, que también es muy importante. Y más allá de esta temporada la vida sigue y es estupendo dedicarse a un deporte que cada año tiene retos exigentes y motivantes con los que seguir creciendo como atleta.

¿Cuál es el momento de tu vida deportiva que recuerdas con más cariño?

Es muy difícil elegir un solo momento de los que he vivido hasta ahora, porque todos significan haber roto barreras y logrado objetivos que tiempo atrás me habrían parecido impensables y me hacen sentir muy afortunada.

Si me tengo que quedar con uno, probablemente sería mi primera internacionalidad, el campeonato de Europa de pista cubierta de 2017 en Belgrado, porque llegar hasta allí fue toda una aventura y conseguirlo supuso romper la mayor de las barreras: llegar a competir con la selección española, porque no sabía si sería capaz de ello alguna vez. Lo logré con 26 años, cuando mis compañeros ya llevaban a sus espaldas más experiencias de ese tipo que yo. Sin embargo, valoré tanto la oportunidad que tuve una actuación de la que estoy muy orgullosa, haciendo marca personal y un sexto puesto que me hizo sentir muy feliz.

¿Qué te aporta Kinesia como deportista?

Kinesia tiene todo lo que necesito para hacer los entrenamientos complementarios a la carrera y que me permiten estar a punto cuando toca entrenar fuerte y competir.

La cantidad y variedad de aparatos y máquinas, así como el propio espacio son perfectos para trabajar todo tipo de fuerza. En las salas encuentro un ambiente tranquilo y motivante a la vez y todas las personas que trabajan allí están dispuestas a ayudarte en todo momento.

Además, también recurro al servicio de fisioterapia, de modo que no necesito moverme de allí para todo lo que no sea correr. Kinesia es sin duda un lugar estupendo para preparar grandes objetivos.

¿A qué te dedicas cuando no estás corriendo?

Me encanta ocupar mi tiempo fuera de los entrenamientos con todo lo que me interesa.

No he dejado de estudiar y ahora mismo estoy cursando un máster en comunicación científica para ir preparando mi plan B (mi vida cuando ya no pueda dedicarme al atletismo). En mis ratos libres me encanta ver a mi gente, leer y ver pelis. Cuando tengo más tiempo (en las pocas vacaciones de las que dispongo últimamente) siempre intento salir fuera y viajar para conocer nuevos lugares. Y, aunque cuido mucho mi alimentación, una de las cosas que más me gusta es comer y probar cosas nuevas, así que de vez en cuando como fuera y busco sitios que me sorprendan.

Aunque soy de ciudad y piso el campo mucho menos de lo que desearía, adoro la naturaleza y trato de hacer excursiones cuando puedo. Definitivamente, cuando deje de correr ocuparé el tiempo que tenga con todas estas cosas y más.

¡¡Bienvenida a la familia Kinesia Ana!!

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